La constante entrada y salida de ferries, en cada una de sus bahías, es
tan solo un símil ligero con la cinética presente en calles como George y Elizabeth
Street, que atraviesan- esta vez por tierra- el corazón financiero y comercial de
la metrópoli.
Recorrerlas en el fiel reflejo de la herencia británica. De su
historia anglicana dan cuenta la Catedral de Saint Andrew, Town Hall y Sídney
University, edificios góticos construidos en el siglo XIX; evidencia de las
premisas coloniales de los ingleses. De hecho, difieren estéticamente con los
309 metros de la torre de Sídney.
Una frecuente contradicción visual a lo largo
de esta ciudad única. En esas mismas calles converge la estación central, donde
se unen todas las líneas del tren, y Surry Hills, un barrio de casas pequeñas
con gran presencia de población aborigen. Además, en el barrio chino, centro
residencial y luego comercial de esta comunidad, se encuentra el popular Paddy
Market, una gran plaza que ofrece, de miércoles a domingo, la mejor oferta de
frutas, verduras y carnes, parece una misma; pues no traza diferencias notables
frente a la cultura china, hindú o árabe, en esta ciudad donde no existen los
limites raciales, la diversidad solo puede equipararse con el número de sus
muelles.
En las calles, el movimiento vertiginoso de sus ciudadanos es armonizado
por artistas callejeros, quienes son los únicos capaces de interrumpir, por
unos minutos, la celeridad en The City, los peatones no se detienen hasta ver
la luz roja del semáforo; los pubs y cafés abren antes del desayuno y se llenan
a la hora del almuerzo, los buses parten semivacíos y regresan sin cupo de las
playas, y claro, los barcos, cuyas siluetas se duplican difuminadas en el mar,
van y vienen con una ligereza impensada
Mas informacion
www.agenciavipst.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario